Güan dei, Güan mariposita fly que te fly in de garden, güen, de repent, ¡plaf! tortita with de flower. "I'm tontita" says the mariposita, "I forget open mis alitas"
Para adultos:
Güan fakin dei, güan mariposita fly que te fly por culo in de garden, güen, ¡me shit in the milk!, ¡PAF! Ostia with the flower of the eggs. "I'm retraseited" say de maderfakin mariposita, "I forget open mis putas alitas".
Llevo Una borrosa vida que Me gusta Para un rato. Alterando la escena y Recordando una rellamada acurrucada. Almacenando El día ante la puerta. Creo disfrutar más Pensando en la cama. daba mediocre del letargo rebosante. las lágrimas de una estatua de alguien aburrido. ¿qué pasó cuando alguien templado me hizo atractiva al sol de noche? año de importancia... pudiendo parpadear la quietud... mis ojos -inconmensurables-... Pero se tiene Detrás desorden. Prefiero Lágrimas en mármol aresponder a gritos. A la vida de ineptitud inactiva se halla ante lo mismo de sentir. ¿Y qué? Me llamaba hermosa siempre. los míos y la luna libre. Es destructivo de mi pereza diaria cerrada. Pero no llama Porque he convertido el parpadeo de insensatas Y Ni abrió igual. desapercibida, paso de abro. es de...
Con las mismas palabras, qué diferente suena todo si lo desordenamos un poco.
Me siento delante de la mesa, con mi mochila a mis pies. A veces en silencio. A veces también. Pero sonrío. Es esa sonrisa estúpida, la que delata el Tonto de la comedia, el loco inocente e inofensivo que acabó en la carcel Dios sabe cómo. Nunca digo lo que quiero, ni como quiero, ni tampoco lo que debo. Eso lo pienso después. Ahora. Ahora que puedo borrar lo que sobra, reescribir lo que no se entiende, añadir lo que falta. Pero imagina que en vez de frasearlo así, lo hiciera asá:
Ahora quiero reescribir. después digo que Me siento, con la comedia inocente delante de esa sonrisa estúpida. a mis pies. A veces, el Tonto de lo que debo no se entiende ni como borrar. Nunca pienso, ni que falta el silencio. mi mochila A veces tampoco, Pero sonrío e imagina que también así en la mesa Dios. Es la carcel que delata lo loco, Ahora inofensivo, que acabó. lo que quiero. Eso cómo lo sabe, Pero lo puedo añadir. lo que sobra en la que en vez de frasearlo, lo hiciera asá:
Dice lo mismo en otras palabras. O dice algo diferente en las mismas palabras. Yo me entiendo. ¿Tú de verdad crees que me entiendes?
En Inglaterra, donde conducen por el lado que no NO es el que tendría que ser, donde no usan el euro y cada día se desvalora más la libra esterlina, donde el partido de izquierdas es más derechista que los conservadores, donde hay buenos futbolistas pero un equipo de pena que no entra ni en la Eurocopa... En Inglaterra, si un gato negro cruza por delante tuyo, te da buena suerte. Que sí, que son raros, o mejor dicho diferentes, un tanto suyos y un poco especialitos, pero es verdad. Los gatos negros, a pesar de estar relacionados con las brujas, traen buena suerte. Y un día gris con nubes maleducadas escupiéndonos, yo andaba con mi abuela por su ciudad, buscando tiendas chulas, alternativas, góticas, punks... Y vimos un gato negro en la otra acera. A mi abuela no le gustan los gatos. A mí me gustan todos los animales. Pero el hombre que andaba delante nuestro necesitaba una bendición felina. No sé porqué. No se le veía dolor en la cara ni en su vestir ni en su gesto, pero necesitaba esa buena suerte. Se supone que el gato elige a quien bendecir. Yo no me lo creo, pero es cierto que cuando se acercó el hombrecillo al gato, éste se alejó. Y el hombre lo siguió, intentando hacer que el gato cruzara su camino. Pero el gato se alejaba más y más. El hombre corrió un poco hacia el gato, y esta vez el gato se esfumó. Quizás ese hombre hizo que el gato no cruzara delante de quien realmente necesitaba esa suerte. O quizás los gatos no traen suerte. Pero yo no he olvidado esa escena. A pesar de que encontramos una tienda alternativa hippy y otra gótica.