El pelo se le caía del moño, pero no parecía molestarle. Sus pies seguían arrastrándola por la calle, sus manos seguían agarrando con fuerza sus codos, por si se caían del cansancio. Y sus ojos seguían rebuscando en el horizonte. Intentando encontrar algo que ya conocía, algo que significaba mucho para ella. Algo que algún día significaría tanto para alguna otra persona. Por eso tenía que encontrarlo. Pero fue hace tanto. Antes de que su cara empezara a parecerse a un melocotón que ha pasado sus días al sol perdiendo jugo. Antes de que sus manos temblaran tanto que siempre que bebía se tiraba el café encima.
Ya lo encontraría. Quedaban días, y era hora de regar café sobre su tripilla redonda de antiguos partos.
4 comentarios:
Gema, soy yo, alberto, escribiendote una vez más.
No sé si llegué a decírtelo, pero me encanta tu forma de escribir. Creo que tienes talento y vales para esto.
De todo, yo me quedo con Intentando encontrar algo que ya conocía, algo que significaba mucho para ella. Algo que algún día significaría tanto para alguna otra persona. Por eso tenía que encontrarlo. Pero fue hace tanto
Para ser la primera vez que me asomo por akí, me ha gustado. Pero el fondo mejor negro ;-)
Cuidat muxo.
* Un naufrago.
De vez en cuando me asomo y te leo.
Y me gusta.
Un beso, nenita*
Estoy de acuerdo, desde que llevo leyendote, que empecé hace ya tiempo cuando me dejaste leer las historias que llevaste a un amigo (C.), estas historias me hacen pensar, algunas me conmueven y otras me hacen sentirme identificado, espero que nunca dejes de escribir porque privarías a la gente que te lee aqui y fuera del placer de su lectura
para tod@s: no sabeis lo mucho que anima el corazón encontrar, sobre todo en estas épocas de estrés y altibajo, vuestros comentarios. Pero eso sí, Garber, el fondo azul como el cielo de noche.
Besos. Y me alegra que os plazca lo que escribo. A mi me place escribir ;)
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